La muestra está organizada con la colaboración de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) y la Asociación de memoria de los descendientes de los Voluntarios Soviéticos participantes de la Guerra Civil española 1936-1939.
En la presentación de la exposición en el Instituto Cervantes participaron el embajador de España en Moscú, José Ignacio Carbajal, el presidente del Centro Español, Francisco Mansilla, el presidente de la Fundación Nostalgia, Manuel Arce, la secretaria general de AGE, Dolores Cabra, y el coordinador de la exposición, el historiador Antonio Fernández Ortiz.
El embajador español quiso recordar que, además de la Unión Soviética, también el Gobierno de Lázaro Cárdenas en México ofreció su asistencia a los niños que huían de la guerra en España.
Carbajal destacó asimismo que los niños de la guerra son un importante "vínculo humano" entre España y Rusia.
"Esta exposición ha dejado de ser una quimera, un sueño, para ser una realidad", declaró Cabra, quien tuvo palabras de recuerdo para Adelina Kondratieva, intérprete y traductora del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de la República en España y más tarde Socia de Honor y Vocal de la Junta directiva de AGE.
Arce, por su parte, señaló que "Rusia fue para nosotros una segunda patria".
El presidente del Centro Español recordó que solo quedan unos 100 niños de la guerra en Rusia, distribuidos por todo el país, desde la capital, Moscú, hasta Chitá y Kemérovo, en Siberia, y lamentó que la crisis económica en España ponga en dificultades la financiación del Centro Español, fundado en 1965 y que actualmente cuenta con unos 200 socios, entre hijos y nietos de los niños de la guerra y amigos y colaboradores.
Mansilla recordó también que los niños de la guerra no reciben pensiones del Estado español, sino prestaciones, y que éstas no mantienen derechos para la viuda después del fallecimiento de quien las tiene adquiridas; sólo el Gobierno vasco aprobó una ayuda adicional para los niños de la guerra.
El historiador Fernández Ortiz destacó los esfuerzos documentales de los organizadores y el "contraste de mundos, de culturales" que supuso para los niños españoles su llegada a la URSS.
Todos los participantes en la presentación destacaron la labor de los maestros, la mayoría de ellos ya fallecidos.
El objetivo es que "Los niños de la guerra cuentan su vida, cuentan tu historia" recorra todos los lugares donde hubo casas de acogida para los niños de la guerra, pero el actual conflicto en Ucrania impedirá que la exposición pueda visitar Jersón u Odesa, entre otros.
"Vamos a intentar que la exposición viaje a otros sitios, entre ellos las ciudades donde estuvieron vinculadas a los niños de la guerra a lo largo de sus vidas", declaró Fernández Ortiz a Sputnik Nóvosti.
En la sala de exposiciones del Instituto Cervantes se presenta una muestra histórica, con un amplio material fotográfico y documental sobre la vida de los niños de la guerra, que se vieron obligados a exiliarse a la antigua Unión Soviética durante la Guerra Civil española.
La muestra revela detalles de la vida de los niños de la guerra, que rondan hoy los 80 ó 90 años, su vida en las casas de acogida, su educación, su participación en la tragedia de la ocupación nazi de la URSS, su participación en la resistencia y el trabajo en las fábricas que la apoyaban, sus vidas profesionales y la actividad del Centro Español de Moscú, foco primordial de la vida española en la URSS y más tarde en la Federación Rusa.
El Instituto Cervantes destaca que el material inédito recogido en esta colección fue presentado al público por primera vez el año pasado en el Centro de Ciencia y Cultura Ruso de Madrid, y posteriormente ha recorrido diferentes ciudades españolas.
La entrada a la exposición es libre y estará abierta al público hasta el 31 de abril en la sala de exposiciones del Instituto Cervantes de Moscú.