"La historia ha demostrado que los boicots de los torneos deportivos o la política de aislamiento o la confrontación no son formas eficaces para resolver los problemas", justifica un portavoz de la FIFA en un correo electrónico remitido a Sputnik.
En opinión de este portavoz, "el torneo puede ser un poderoso catalizador para el diálogo constructivo entre los pueblos y los gobiernos, ayudando a traer el cambio social".
"El fútbol no puede ser considerado como solución para todos los problemas, en especial para los relativos a la política internacional", continúa Fisher.
Según la fuente, la Copa del mundo de fútbol se ha convertido ya en otras ocasiones en "una fuerza para el bien", por eso, "en la FIFA creemos que ese será el caso del mundial de Rusia en 2018".
En la previa, un grupo de 13 senadores estadounidenses de los partidos Republicano y Demócrata publicó una carta en la que instaba a la FIFA a privar a Rusia del derecho a organizar la Copa del Mundo de 2018.
"Permitir a Rusia acoger el mundial significa aumentar el prestigio del régimen de Putin en un momento en que hay que reprobarlo; significa prestarle ayuda financiera cuando la mayoría de la comunidad internacional impone sanciones", dice la carta que los senadores enviaron al presidente de la FIFA, Joseph Blatter.
En la misma, solicitaban a la federación la convocatoria de un congreso extraordinario para abordar la cuestión, advirtiendo que calificarían de "inaceptable" una negativa.
Rusia fue elegida en 2010 sede de la Copa del Mundo de fútbol, que se celebrará en 11 ciudades del país entre el 14 de junio al 15 de julio de 2018.