De este modo, Tsibuk propuso a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) marcar cada equipaje con la tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) para rastrear su movimiento en el tiempo real.
Esta medida permitirá a aeropuertos y aerolíneas ahorrar más de la mitad de la suma que suelen gastar anualmente en la búsqueda del equipaje (2.400 millones de dólares), según los cálculos del empresario.
El proyecto acumuló hasta ahora 202.000 de dólares y se prevé que se lance el año siguiente en el aeropuerto Sheremétievo de Moscú, y también en las ciudades de Tallin, Bolonia y Praga.
En 2014, el número total de bultos de equipaje mal gestionados fue de 24,1 millones, recuerda RBC Daily, y Tsibuk insiste en que no es la responsabilidad de las compañías aéreas.
"En realidad es el aeropuerto, que ejerce todo tipo de operaciones con el equipaje", sostiene.
La tecnología RFID fue introducida ya por la compañía australiana Qantas en 2011. Cualquier pasajero puede adquirir por 49 dólares un colgante especial que le permita seguir sus maletas.
A finales del año pasado unos 100.000 de los clientes de la compañía acudieron a este servicio.