Como señala la publicación, la planta térmica "Río Madeira" (Río Madera en español, en referencia al río fronterizo entre Brasil y Bolivia) fue construida en 1989 para suministrar energía a los estados de Rondonia y Acre por dos décadas y pertenece a la empresa Eletronorte, una de las que componen el grupo Eletrobras.
Con una potencia de 90 megavatios es capaz de generar electricidad para una ciudad de 700.000 habitantes, aunque para su uso en Bolívia será adaptada al gas natural, un recurso muy abundante en Bolivia, por un coste total de 60 millones de reales, aproximadamente la mitad de una central nueva de 100 megavatios.
Debido a la conexión de la región de Rondonia al Sistema Interligado Nacional (SIN), la central de Río Madera fue desactivada en octubre de 2009 y el estado fronterizo con Bolivia comenzó a emplear la energía hidroeléctrica, más barata que los 846 reales (262 dólares) que cuesta producir cada megavatio-hora.
El pedido de donación, que estaría siendo ultimado por el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, fue realizado por el presidente boliviano, Evo Morales, a su homóloga brasileña en una reunión bilateral en diciembre de 2011 durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) en Venezuela.
Con ello, el gobierno de Dilma Rousseff se garantizaría el suministro de gas del país vecino y reforzaría sus opciones de construir la hidroeléctrica binacional Río Madera y Cachuela Esperanza, un proyecto estudiado durante años por ambos países y que fue ratificado por los ministros de Energía de ambos países con la firma de un Memorándum de Entendimiento a principios de este mes.