El incidente ocurrió en el primer minuto del partido, disputado en el estadio Pod Goricom de la capital montenegrina. Akinféyev abandonó el césped en una camilla y el árbitro mandó a los dos equipos al vestuario.
El encuentro se reanudó tras una larga pausa y sin Akinféyev, que fue sustituido por otro arquero, Yuri Ladiguin.
El locutor del estadio anunció que el partido sería suspendido definitivamente si el incidente volvía a suceder.
Los hinchas ignoraron estas advertencias y siguieron lanzando objetos al campo de juego. Como consecuencia, el árbitro alemán Deniz Aytekin dio por terminado el partido en el minuto 68.
La UEFA informó que se encargará de tomar las medidas correspondientes.