La investigación también ha revelado que los encuentros, entre el año 2005 y 2008, fueron sufragados por grupos mafiosos.
Aunque algunos de los agentes de la DEA que participaron en estas fiestas lo ha negado, la información en el expediente del caso sugiere que los agentes sabían "que las prostitutas que asistían habían sido pagadas con fondos del cártel".
Además, el informe apunta que algunos de los agentes habrían recibido de los narcotraficantes "dinero, regalos caros y armas".
John Bresnahan, el reportero de la revista Politico que ha adelantado la noticia, explica que las "asombrosas revelaciones" forman parte de "una investigación abierta tras las denuncias recibidas por supuestos abusos sexuales y malas prácticas cometidos dentro de la DEA, el FBI, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Exposivos y el Servicio de los US Marshalls".
En su informe, el Departamento de Estado explica que a pesar de sus requerimientos la DEA habría entorpecido la investigación-
"La Oficina del Inspector General no recibió acceso a los archivos del caso durante varios meses, y solo después de que el caso por mala conducta fuese cerrado", afirma.