La periodista fue despedida como consecuencia de que su equipo de investigaciones especiales utilizó la marca MVS para sumarse, sin consulta ni autorización, al proyecto de Mexicoleaks, creado por varios medios con el objetivo de recibir denuncias anónimas de corrupción.
El Gobierno trató de desmarcarse la semana pasada del tema al emitir un comunicado en el cual dijo que era un " conflicto entre particulares", que debería resolverse "para que la empresa de comunicación y la periodista sigan aportando contenidos de valor a la sociedad".
Sin embrago, el relator especial de la CIDH en temas de libertad de expresión dijo que el despido "hace estallar asuntos vinculados a la transparencia de los medios de comunicación, no es un tema entre privados al tratarse de una concesión pública", otorgada por el Estado a la empresa radiofónica noticiosa.

La periodista narró así las dificultades que enfrentó para difundir el año pasado el reportaje bautizado la "Casa Blanca" de la esposa del presidente Enrique Peña, construida y financiada por un contratista del Gobierno.
Aristegui, quien también conduce un programa de entrevistas en el servicio en español de la cadena estadounidense de noticias CNN, dijo que "hubo una petición para que ese trabajo no se difundiera en MVS. Hubo una situación muy tensa y compleja entre nosotros. No en un tono impositivo o imperativo, sino de "búsqueda de comprensión" de mi parte. Se colocó, efectivamente, el dilema de que si se transmitía esa información en Noticias MVS se daba por sentado que el programa desaparecía".