Para realizar este simulacro se creó "un contexto militar, político y estratégico en las regiones de la seguridad colectiva en correspondencia con el cual se complicó abruptamente la situación en los países virtuales miembros de la OTSC Gryumia y Turán, comenzó a incrementarse la tensión provocada por motivos políticos, sociales y económicos, acompañados de una agudización de la lucha política interna, enfrentamientos armados en las zonas fronterizas y el incremento de la injerencia de elementos extremistas y militantes entrenados en las bases de las organizaciones terroristas Talibán y EI", reporta el informe publicado en el sitio web de la OTSC.
En particular, los participantes del juego practicaron el apoyo militar, técnico-militar y técnico-material a estos países basadas en las solicitudes oficiales de los dirigentes de Estado.
Los miembros del simulacro prepararon una propuestas a los órganos oficiales de la OTSC para el despliegue de fuerzas y recursos de sistema de seguridad colectiva en las regiones fronterizas con el objetivo de realizar una demostración de fuerza y fortalecer las defensas de las fronteras estatales, informa el documento.
Los participantes del juego aprobaron el orden de trabajo del recién creado Centro de Reacción ante Crisis de la OTSC y su interacción con los centros nacionales de dirección de Defensa de los países.
Fueron discutidas las medidas políticas, diplomáticas y económicas para la defensa de los intereses nacionales de los países miembros de la OTSC conjuntamente con las organizaciones internacionales.
La expansión del grupo extremista EI, que se apoderó de una parte considerable de Irak y Siria, se ha convertido en uno de los principales problemas a nivel mundial.
Este grupo, que cuenta con cerca de 30.000 militantes según datos de la CIA, proclamó en los territorios controlados un califato y aspira a ampliar sus dominios.