"El Consejo de Seguridad reafirma su fuerte compromiso con la unidad, soberanía, independencia e integridad territorial de Yemen, y su compromiso de apoyar a su pueblo", dice la declaración conjunta de los miembros del Consejo, fruto de una reunión urgente, celebrada hoy en Nueva York.
Según la ONU, las acciones de los insurgentes hutíes "socavan el proceso de transición política en Yemen y amenazan a la seguridad, la estabilidad, la soberanía y la unidad del país".
En este contexto el organismo señaló que los rebeldes no cumplieron las exigencias de retirar sus fuerzas desde las instituciones estatales.
Además llamó a las partes del conflicto abstenerse de toda acción que socave la integridad territorial de Yemen; así como anunciar públicamente los plazos para las consultas sobre la nueva Constitución, celebrar un referéndum al respecto y las elecciones de acuerdo a nueva legislación.
En el caso de que no se cumpla la resolución actual, los miembros del Consejo expresaron la disposición de adoptar medidas adicionales contra cualquier bando.
La ONU también llamó a la comunidad internacional a abstenerse de "toda injerencia externa que tenga por objeto fomentar el conflicto y la inestabilidad" en el país.
El enviado especial del organismo en el terreno, Yamal Benomar, optó por el diálogo de paz sin el cual Yemen podría convertirse en otro Iraq, Siria o Libia.
"A no ser que se logre una solución en los próximos días, el país caerá en un conflicto aún más profundo", sostuvo Benomar en una intervención por videoconferencia.
Este domingo las milicias hutíes declararon una movilización general para seguir con la ofensiva hacia el sur de Yemen contra los combatientes de Al Qaeda y el Estado Islámico.
Poco antes, los hutíes junto a los partidarios del expresidente del país, Alí Abdalá Saleh, tomaron el control sobre la ciudad de Taiz, la tercera mayor de Yemen, ubicada entre la capital Saná y Adén, la base del líder actual Hadi.