Más de 6,5 millones de andaluces están llamados a las urnas, en una comunidad gobernada por los socialistas del PSOE desde hace 33 años, un hecho insólito en España. La región ostenta la mayor tasa de desempleo del país.
Según las últimas encuestas, el PSOE seguiría siendo el partido más votado pero obtendría su peor resultado electoral desde 1982, lograrían solo 44 de los 55 escaños que necesita para poder llegar al Palacio de San Telmo.
Por su parte, el Partido Popular, que gobierna actualmente España, experimentaría una auténtica debacle, su candidato, un desconocido Juanma Moreno pasaría de 50 a 34 escaños, diez menos que el PSOE.
El presidente del Gobierno Mariano Rajoy se ha implicado personalmente en una campaña que le pasará factura por su dura política de austeridad que ha llevado a España a tener la tasa de paro más elevada de la eurozona, tras Grecia.
El panorama andaluz sigue abierto por un tercio de los indecisos, pero las miradas estarán puestas en la irrupción de los nuevos partidos: la formación progresista Podemos y Ciudadanos, un partido de origen catalán que hace solo un mes ni siquiera salía en las encuestas regionales.
"El cambio sensato en Andalucía somos nosotros y, efectivamente, vamos a ser decisivos", dijo el líder nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, en una entrevista en el diario El Mundo el martes pasado.
"No es tan importante con quién pactas, sino para qué", dijo el político catalán que, al igual que Podemos, recoge al descontento social con un discurso populista.
Podemos, liderado en Andalucía por Teresa Rodríguez, conseguiría 21-22 escaños y desbancaría a Izquierda Unida del tercer puesto con mayor representación.
Rodríguez es la candidata que despierta mayor simpatía en esta región del sur de España, los andaluces califican también la gestión de la presidenta Susana Díaz, candidata socialista que decidió adelantar un año los comicios, de regular tirando a mala, y la del popular Moreno en la oposición, como de mala tirando a muy mala.
Todo indica que el Parlamento que surgirá de las elecciones del próximo domingo será muy fragmentado, dificultando enormemente la formación de un Gobierno.
Las elecciones son un preludio también de lo que puede suceder en mayo con las elecciones municipales y regionales en el resto de España y con las generales previstas para el próximo otoño, aunque muchos analistas alertan de que la situación en Andalucía no se puede extrapolar.
Podemos, al que todas las encuestas sitúan en primera posición en intención directa de voto e las generales de otoño, se enfrenta por primera vez a las urnas tras su éxito hace poco más de un año cuando consiguieron en sus primeras elecciones cinco escaños en el Parlamento europeo.