Hasta la fecha, la UE no ha contestado a la petición de Ucrania sobre el envío de pacificadores y en cuanto a los cascos azules, su despliegue tendría que ser aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
A su vez, las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk manifestaron su categórico rechazo al despliegue de fuerzas de paz en el territorio de Ucrania, subrayando que los acuerdos de Minsk no prevén esta acción.
Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, subrayó que los planes de Kiev ponen en duda la intención de acatar los acuerdos aprobados el 12 de febrero por el Grupo Tripartito (Rusia, Ucrania, OSCE) y avalados por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania.
Los recientes acuerdos de Minsk estipulan en primer término el cese del fuego en Donbás a partir del 15 de febrero de 2015, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad.
Actualmente estos puntos están prácticamente cumplidos, pero sigue pendiente la parte política del documento que incluye, en particular, una reforma constitucional en Ucrania antes de final de año y el inicio de un diálogo para celebrar en ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk elecciones locales en consonancia con las leyes ucranianas.