El texto advierte que el despliegue del Thaad provocaría "enemistad militar y económica" entre las dos Coreas, lo que dañaría los "intereses y objetivos nacionales como los de la paz y la reunificación intercoreana".
Por todo ello, prosigue, la presidenta Park Geun-hye debe "mostrar un rechazo rotundo a cualquier presión por parte de EEUU" y dejar clara su postura en contra del despliegue del sistema antimisiles.
La prensa surcoreana informó previamente que EEUU baraja la posibilidad de desplegar en Corea del Sur el sistema Thaad capaz de interceptar misiles de corto y mediano alcance, en caso de un agravamiento de la situación en la península.
Estos planes provocaron de inmediato un fuerte repudio por parte de China, que considera que el despliegue del Thaad en la península de Corea permitirá a Washington recolectar información sobre objetivos militares chinos.
Seúl aseguró por su parte que por ahora no hay decisión al respeto, y llamó a sus vecinos a evitar los intentos de presión al Gobierno surcoreano.