La dependencia europea del gas ruso seguirá creciendo y alcanzará un 71% (frente al actual 50%), según revelan pronósticos de la compañía, pero aseguran que aumentará también el suministro de gas licuado.
"El aumento de la importación estará acompañado de un crecimiento de suministros de gas licuado, precisamente este producto reemplazará los volúmenes de producción que necesita Europa", constató Lisenko durante su intervención en una mesa redonda dedicada al mercado gasista, añadiendo que "Europa apostará por el gas licuado".
Destacó que los nuevos envíos de combustible a China, así como proyectos recientes relacionados con el gas licuado alcanzarán un 30% de las exportaciones de Moscú.
Rusia y Europa han emprendido un camino de diversificación que permitirá salvar la dependencia en materia de combustible, pero igualmente seguirán cooperando incluso hasta el 2035, resumen los analistas de BP.