Asimismo, advirtió de que, "podría llegar un momento muy crítico en las relaciones transatlánticas" si Europa no continúa su política de restricciones, y calificó de "inaceptable" que los estadounidenses "estén más involucrados en el conflicto ucraniano que Europa".
Las sanciones contra bancos y empresas rusas caducan el próximo verano y pueden ser prolongadas solo en el caso si todos los 28 líderes de la UE voten a favor de esta decisión.
"Es muy difícil, porque los estados miembros demuestran muy abiertamente que tienen los puntos de vista e intereses diferentes, una política común de los 28 países no existe, tenemos 28 políticas exteriores diferentes", dijo Tusk.
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación militar contra los independentistas del este del país que se negaron a reconocer el cambio de poder que tuvo lugar en febrero pasado.
Actualmente está vigente un alto el fuego que el Grupo de Contacto tripartito (Rusia, Ucrania, OSCE) para el arreglo de la crisis ucraniana aprobó el 12 de febrero pasado en Minsk.
El documento avalado por los líderes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania, también estipula la retirada de armas pesadas, la creación de una zona de seguridad de entre 50 y 140 km y el canje de prisioneros.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia que tuvo lugar hace un año y que los países occidentales califican de "anexión ilegal".
EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú, un embargo de armas junto con la prohibición de exportar piezas de doble uso militar y civil y tecnología clave y servicios para explotar recursos energéticos. También restringieron la financiación a mediano y largo plazo a varios bancos con participación pública y aplicaron sanciones individuales contra ciertos políticos y empresarios rusos.