La patente hecha pública esta semana sobre los artilugios indica que son capaces de analizar la comida en tiempo real al tocarla o colocándola dentro de un recipiente, según el diario hongkonés South China Morning Post.
Los resultados son comparados con una base de datos previa y son enviados al teléfono móvil del usuario a través de internet o bluetooth.
En una prueba mostrada, los palillos aseguran que la manzana analizada proviene probablemente de Estados Unidos y que contiene 52 calorías por cada 100 gramos.
A partir de los análisis recogidos durante un cierto tiempo, la aplicación del móvil podrá dar recomendaciones dietéticas como la reducción de la ingesta de azúcar si esta ha sido excesiva, según una fuente próxima a la investigación.
La aplicación también sugiere al usuario qué comer o en qué restaurante, en función de su ubicación.
Los "palillos inteligentes" causaron una conmoción en China cuando la compañía del magnate Robin Li desveló el pasado año que serían capaces de analizar la salubridad de la comida.
Los palillos, dotados con unos sensores de alta tecnología, miden entre otros parámetros la calidad del aceite y revelan si se trata del temido digouyou (aceite de alcantarilla).
Se trata del aceite multireciclado que sale de mataderos o restaurantes, recogido en cubas y supuestamente purificado (en realidad, apenas filtrado).
Ese aceite, revendido a pequeños establecimientos o puestos de comida ambulantes, contiene aflatoxina, una sustancia cancerígena.
Las cotidianas crisis alimentarias que sufre el gigante asiático han fomentado la desconfianza de la población ante todo lo ingerible, desde frutas a carne pasando por leche o pescado.
Los palillos inteligentes nacen de una broma: Baidu los anunció en el Día de los Inocentes chino y la repercusión hizo que Robin Li empujara a sus ingenieros a desarrollarlos.