"Tal escenario amenaza a la estabilidad democrática de este país y puede conllevar consecuencias graves para la situación en América Latina en general", recoge el comunicado de la Cancillería, que también expresó su solidaridad con el pueblo venezolano.
Agrega que el aumento de la presión política de Washington sobre Caracas contradice la posición de muchos miembros de la comunidad internacional, que abogan por una solución constructiva de los problemas venezolanos.
Reafirma a la vez el rechazo de cualquier violencia o golpe de estado para derrocar las autoridades legítimas de Estados soberanos.
Además el Ministerio llama a superar las discrepancias internas de acuerdo a la Constitución nacional y con el respecto de los principios de la Carta Democrática Interamericana, sin injerencia externa.
En este contexto respaldó el envío a Venezuela de la misión de mediadores de UNASUR.