"Hoy la Gran Sala del Tribunal Europeo decidió por unanimidad que fue infringido el 3º artículo de la Convención Europea de Derechos Humanos (prohibición al trato degradante o inhumano) tanto por parte de los que trataron a Lialiakin como por parte de las autoridades rusas que no realizaron una investigación eficaz a raíz de sus denuncias", dice el comunicado.
Capturado cuando intentaba abandonar el cuartel, Lialiakin fue obligado a permanecer desnudo ante una fila de sus compañeros, mientras que otros soldados le sometían a tratos humillantes y abusivos. Más tarde, el comandante de la unidad imitó su fusilamiento.
Tras lo sucedido, Lialiakin escapó a casa de su familia y nunca volvió al cuartel, situado en otra ciudad.
El Tribunal reconoció la necesidad de mantener la disciplina militar en el Ejército, pero calificó de" innecesaria la humillación pública, que no puede ser justificada solo como una medida para prevenir la fuga (del recluta) de la unidad".
También decidió que además de la indemnización de 15.000 euros para Lialiakin el Gobierno de Rusia debe cubrir las costas judiciales.