"Los servicios de inteligencia checos descubrieron recientemente en Praga a tres espías rusos, que se vieron obligados a abandonar discretamente el territorio de la República Checa", expresó el medio local.
Según la emisora radial, la diplomacia checa no expulsó a los diplomáticos rusos para evitar una escalada del conflicto, limitándose a "no prorrogar sus permisos de estancia en el país".
Según la fuente de información se echó por tierra la posibilidad de "amenaza a la seguridad de la República Checa".
Los Servicios de Inteligencia rusos no comentaron esta información de la radio republicana checa sobre la identificación por parte de la contrainteligencia local de tres diplomáticos rusos, que supuestamente se dedicaban al espionaje.
"La oficina de prensa del Servicio de Inteligencia no comenta esta información", declaró el vocero de esta institución.
Moscú respondió a este incidente con la prohibición de estancia a un diplomático checo y la prohibición de entrada a otro, informó este jueves la radio republicana checa.
"Rusia reaccionó tomando medidas contra dos funcionarios de la embajada checa en Moscú, el primero de ellos trabajaba en la sede diplomática de la capital rusa, el otro se dirigía a ella", reportó la radio.
Según el medio local, Moscú no presentó acusaciones contra los diplomáticos, restringiéndose a prohibirle la estancia y el ingreso a Rusia, al no prorrogar sus visados.
A su vez, la cancillería de la República Checa, según informa la radio, se negó a comentar esta situación, ya que podría afectar a la acreditación de los diplomáticos que deberán sustituir a sus antecesores en la sede diplomática de Moscú.