Los analistas concluyeron que las compañías rusas son capaces de aguantar durante varios años el coste del petróleo a 55 dólares por barril.
Además indican que el desplome de la moneda nacional, el rublo, contribuyó a compensar las pérdidas por la bajada de precio del crudo ya que disminuyó el coste de su producción.
No obstante, el déficit de financiación externa podría provocar la reducción de inversiones en la producción del petróleo, advierten los expertos.
En este caso, según los analistas, es baja la probabilidad de que los bancos comerciales rusos presten gran aporte financiero.
Al mismo tiempo, una serie de proyectos en el área podrían recibir financiación del Fondo Nacional de Bienestar (FNB) y de los países que no mantienen el embargo antirruso como China.
Respecto a las restricciones para el acceso a las tecnologías modernas, Fitch constató que no influirán mucho en la producción del gas y petróleo, aunque no descartó que se reduzcan a medio plazo los volúmenes de producción.
"El aumento drástico del uso de tecnologías como la perforación direccional y la fracturación hidráulica permitió compensar la disminución de la producción del petróleo en los yacimientos tradicionales", afirman los expertos.
Este hecho hizo a Rusia más dependiente del suministro de equipos extranjeros que ya representan más del 50% en el sector.
"Los productores rusos necesitarán años para reemplazar el grueso de la maquinaria importada", concluyó Fitch.