Anteriormente, el Consejo Presidencial de Rusia para los Derechos Humanos denunció que "hay indicios suficientes para suponer" que dos de los arrestados como posibles cómplices del asesinato fueron torturados.
"Nos ocuparemos del asunto, pero necesitamos que antes uno de los arrestados, que se quejó de torturas, pida por escrito concederle asistencia jurídica para castigar penalmente a los empleados (del sistema penitenciario) que lo hicieron", explicó el jefe del Comité, Ígor Kalyapin.
Agregó que aún no se sabe si los detenidos accederán a presentar la respectiva solicitud.
El Consejo también informó que comunicará sus preocupaciones al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Borís Nemtsov, que ocupó una serie de altos cargos en la Administración Yeltsin a finales de los noventa y posteriormente pasó a la oposición, fue acribillado a tiros en el centro de Moscú en la noche del 27 de febrero.
Anteriormente fueron detenidos Zaur Dadaev, subcomandante del batallón "Sever" del Ministerio del Interior de Chechenia, y Anzor Gubashev, quien trabajaba en una compañía de seguridad privada de Moscú.
Posteriormente se informó la aprensión de otros dos presuntos cómplices del asesinato.