"Trabajamos activamente para extender el mandato de la misión y reforzar su potencial, lo que implica un aumento tanto de personal como de base material, así como el plazo de vigencia de esta misión", indicó.
Según Soltanovski, la mayoría de los países de la OSCE coinciden con Rusia en que el mandato de la misión, que expira el próximo día 23, debe prorrogarse por un año, porque el proceso de paz en Ucrania "no será de un solo día y requerirá de atención por parte de la comunidad internacional".
El diplomático también señaló que el aumento de puestos de observación debe acordarse entre el Gobierno de Kiev y las autoproclamadas repúblicas del este del país, y no puede ser impuesto desde el exterior.
Advirtió asimismo contra los intentos de interpretar "a su manera" los acuerdos de Minsk, en particular proponiendo el envío a Ucrania de una misión de la ONU o la Unión Europea, algo que no se planteó en ningún momento en las reuniones para la paz en Ucrania, recordó.
Mientras no se cumpla lo pactado en la capital bielorrusa, también será prematuro hablar de aumentar la presencia de observadores internacionales en la frontera entre Rusia y Ucrania, agregó Soltanovski.
"Muchos países occidentales tergiversan e interpretan a su manera los acuerdos de Minsk destacando el asunto de la frontera ruso-ucraniano y casi poniéndolo en el primer lugar", lo cual "no es correcto cronológica ni políticamente", resaltó.
Por otro lado, la misión suele alegar numerosas dificultades para verificar la retirada de armamento por las milicias de Donetsk y Lugansk, indicó, por lo que se percibe un desequilibrio a favor de las autoridades ucranianas.
"Estamos trabajando activamente (…) para que la labor de la misión sea más equilibrada y no se limite al sureste ucraniano", sino que también se desarrolle en otras regiones ucranianas con una situación desfavorable, concluyó Soldanovski.