Algunos inodoros japoneses parecen naves espaciales por la cantidad de botones que disparan chorros de agua, activan un secador o la calefacción.
Los aparatos se han hecho célebres entre las clases pudientes de China, que aprovechan sus viajes a Japón para comprarlos.
El diario China Business Week ha revelado que la mitad de los inodoros que se venden en Japón proviene de China y que, por el contrario, las ventas en el mercado local de esa producción sólo alcanza el 30%.
Los datos subrayan la necesidad de que el modelo económico cambie su tradicional "Fabricado en China" por el "Inventado en China", apunta el diario.
Las ventas anuales de inodoros inteligentes en Japón alcanzan los cuatro millones de unidades y la mayoría de ellos están fabricados en otros países asiáticos como China, Malasia y Vietnam, ha declarado Ma Yue, director de la compañía de electrodomésticos Ryoji.
"China fabrica entre uno y dos millones de inodoros al año y exporta la mayoría a Japón. Las ventas domésticas suponen menos de 300.000 unidades", ha añadido Ma.
La diferencia estriba en la experiencia, ha asegurado al medio local Liu Wengui, secretario general de la Asociación de Comercio de Bienes Sanitarios de Foshan.
"La industria sanitaria en China sólo tiene una historia de docenas de años, mientras en el resto de países se ha desarrollado durante siglos", ha revelado.
Liu espera que la polémica de los inodoros inteligentes chinos vendidos en Japón estimule las ventas nacionales del sector.
La crisis fue desatada por un editorial del diario oficial Global Times de finales de febrero titulado "La popularidad de los inodoros japoneses es exagerada".
El medio ultranacionalista sostenía que la compra de esos inodoros era "una burla al boicot de bienes japoneses" y sugería que era un acto antipatriótico.
"Esos turistas chinos vaciando las tiendas japonesas cuando el país sufre una baja demanda interna no es algo de lo que sentirse orgulloso", añadía.
El diario, aunque reconocía la calidad de los inodoros japoneses, aseguraba que la industria china tenía preocupaciones más importantes que fabricar inodoros.
La prensa local informó en las siguientes fechas los casos de turistas chinos que habían comprado caros inodoros en sus viajes a Japón sólo para darse cuenta a su regreso que se habían fabricado en China.