El escritor se pregunta hoy cuántos muertos más y cuántas cárceles repletas de presos políticos harán falta "para que la OEA y los Gobiernos democráticos de América Latina abandonen su silencio y actúen, exigiendo" que el Gobierno de Nicolás Maduro "renuncie a su política represora contra la libertad de expresión y a sus crímenes políticos y faciliten una transición pacífica de Venezuela a un régimen de legalidad democrática".
El escritor arremete contra la Organización de Estados Americanos, "la institución más inservible que ha producido América Latina en toda su historia; al extremo de que, se diría, cada vez que un político latinoamericano es elegido su secretario general parece reblandecerse y sucumbir a una suerte de catatonia cívica y moral".
Y recoge un artículo de Julio María Sanguinetti, publicado en El país el pasado 25 de febrero" que censuraba "severamente a esos Gobiernos latinoamericanos que, con la tibia excepción de Colombia —cuyo presidente se ha ofrecido a mediar entre el Gobierno de Maduro y la oposición—, observan impasibles los horrores que padece el pueblo venezolano por un Gobierno que ha perdido todo sentido de los límites y actúa como las peores dictaduras que ha padecido el continente de las oportunidades perdidas".
Según Vargas Llosa, el Gobierno de Maduro ha desatado "el terror de manera desembozada y cínica, alegando la excusa consabida: una conspiración internacional dirigida por Estados Unidos de la que los opositores democráticos al chavismo serían cómplices".
No es la primera vez que el Premio Nobel critica el Gobierno bolivariano de Caracas.
Hace un año, el escritor visitó Venezuela durante la revuelta estudiantil contra Maduro. "Yo estuve allí y vi con mis propios ojos la formidable movilización libertaria de los jóvenes de toda condición social contra el régimen dictatorial", recuerda en su artículo.