El canciller español defenderá en Moscú la integridad de Ucrania, pero también puede llevar el mensaje de que "un cumplimiento mínimo de los acuerdos de Minsk permitirá suavizar e ir eliminando las sanciones de la Unión Europea contra Rusia", cree Rubén Ruiz, investigador en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UNED.
Pero lo principal de esta cumbre en la que Margallo devuelve la visita hace un año del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov a España, serán las relaciones bilaterales, especialmente las económicas después de los dos reveses que ha sufrido España en el campo ruso.
"Ha habido últimamente dos golpes importantes a los intereses españoles" recuerda este especialista en las dinámicas políticas en el espacio postsoviético y editor de EurasianetES.
Según Rubén Ruiz, era "el contrato más importante en la historia de esta empresa, con 1.500 millones de euros, y estaba prácticamente ganado". OHL ha tenido "que renunciar voluntariamente a él" porque no ha encontrado suficiente financiación para sacarlo adelante.
A los problemas económicos del banco italiano Unicredit, explica el experto a esta agencia, se sumó "la propia situación política" que atraviesan las relaciones entre la UE y Rusia y que impidió encontrar otro tipo de financiación.
La agenda del canciller español durante estos dos días en Moscú incluye también reuniones con los empresarios españoles establecidos en Rusia.
Sin embargo Rubén Ruiz, insiste en que lo importe de esta cumbre es precisamente que se pueda celebrar "en el contexto actual".
"Es un claro gesto de que España tiene buenas relaciones con Rusia", señala. "Sería impensable hoy en día, con el desencuentro que existe, ver a Lavrov reuniéndose con su homólogo polaco o, incluso británico".
"La que lidera Polonia y los bálticos, e incluso el Reino Unido, que defienden la posición de Estados Unidos de armar a Ucrania, frente a la Alemania de Merkel que quiere liderar un acuerdo entre ambas partes" y el bloque formado por los que quieren suavizar las sanciones en el que estarían los países del sur de Europa como España, Italia, Portugal y Grecia.
Ruiz asegura que es "innegable" que la posición diplomática española es la de entenderse con Moscú y que intenta en todo momento tener una posición "comprensiva con los intereses rusos, las preocupaciones rusas" buscando "suavizar la respuesta europea en contra de los intereses rusos". Ruiz reconoce que España públicamente no es neutral en el conflicto ucraniano, mantiene una posición ambigua, pero en privado "es diferente".
Es una acción que "tiene un impacto mediático" que demuestra de una "manera gráfica" que España "castiga el apoyo más militante", pero realmente en el nivel diplomático España mantiene una postura más comprensivas a los intereses rusos, insiste el especialista.
Durante su visita de trabajo, que se prolongará hasta el 10 de marzo, Margallo se reunirá con Lavrov, el ministro de Energía Alexandr Nóvak, quien es copresidente de la Comisión Intergubernamental de Cooperación Económica e Industrial Ruso-Española, así como con empresarios españoles que operan en Rusia y representantes del exilio histórico español, los llamados niños de la guerra que abandonaron España durante la contienda civil de 1936 a 1939.