"Entre las acciones violentas atribuidas a dicho grupo delincuencial destacan entre muchas otras, diversas agresiones a representaciones diplomáticas de EEUU en Nuevo León y Tamaulipas (norte de México), el incendio al Casino Royale en 2011, hecho en el cual fallecieron 52 personas", dijo el alto funcionario federal de Seguridad en una conferencia de prensa.
Además, a Treviño se le imputan el asesinato del General Gerardo César Niño, y el secuestro y homicidio de 72 migrantes en una bodega de San Frenando, Tamaulipas, en 2010.
El arresto ocurrió gracias al seguimiento del responsable financiero de esa mafia, dijo el Comisionado federal, y la recompensa ofrecida por EEUU era de 5 millones de dólares, y 2 millones de dólares en México.
Contra el jefe del crimen organizado pesan 11 causas penales, por el tráfico de cocaína, asesinatos, secuestros, robos de hidrocarburos, delincuencia organizada, y una orden de extradición solicitada por EEUU.
Un trabajo de espionaje desde febrero de 2014 sobre el encargado de finanza de Los Zetas, Carlos Arturo Jiménez, detectó visitas frecuentes en Monterrey y condujo al escondite de Los Zetas, donde contaba "con un grupo de seguridad reducido para tratar de pasar desapercibido" y las fuerzas federales lograron evitar un enfrentamiento.
La captura de Treviño y su operador financiero ocurrió alrededor de las 03.00 de la madrugada del miércoles en un operativo conjunto de la Policía Federal y el Ejército Mexicano en el acomodado municipio de San Pedro Garza de Monterrey, capital del norteño estado industrial de Nuevo León.
El capo es un hombre "extremadamente violento (…) al asumir el mando de Los Zetas y la coordinación de jefes regionales, causó que la oposición en el cártel le hiciera frente para buscar independizarse, y eso derivó en enfrentamientos al interior del grupo criminal", explicó Rubido a los periodistas.
25 años después, el ocaso de Los Zetas
En octubre del 2012, la Marina Armada abatió a Heriberto Lazcano, fundador y máximo líder de Los Zetas, entonces asumió el mando Ángel Treviño, alias el Z40.
El Z42 tomó el mando de esa mafia tras el arresto de su hermano, en julio de 2013; y es acusado en México de delincuencia organizada y tráfico de armas.
Los Zetas son conocidos por haber reclutado para sus filas a desertores del Ejército, con los hermanos Treviño al frente, una escisión del cartel del Golfo de México y ahora su rival, conocidos por su acciones de violencia atroz en acciones que rebasan el narcotráfico, como trata de personas, secuestros de migrantes y extorsiones.
Un análisis del exjefe de la DEA en la Ciudad de México, Mike Vigil, publicado por el portal de investigación periodística "Sin Embargo", indica que "en caso de que Omar Treviño caiga (como ha ocurrido), unos Zetas menos importantes, cuyos nombres son conocidos sólo en las ciudades y pueblos que están atormentando, seguramente lucharán unos contra otros con la esperanza de reemplazarlo", entre decapitaciones y disoluciones en ácido de los rivales.
La organización criminal de Los Zetas sigue operando en Nuevo Laredo, norte de México, en la frontera con EEUU, en el sureño estado de Veracruz en el Golfo de México y en países vecinos de Centroamérica.
La madrugada del viernes pasado fue arrestado otro jefe narcotraficante, Servando Gómez alias La Tuta, uno de los capos del crimen organizado más buscados de México, fundador de los cárteles La Familia Michoacana y líder de Los Caballeros Templarios, en el central estado de Michoacán.
"Capturar o matar capos es una estrategia que no conduce a ningún lado, mientras no sea desestructurada toda la organización criminal" dijo a Sputnik Nóvosti José Reveles, experto en temas de narcotráfico y autor de una docena de libros dedicados a la vida íntima de los capos del narcotráfico.
El célebre Ismael El Mayo Zambada sigue en libertad y aún es el líder de esa organización dominante, "por lo tanto es el hombre más buscado de México", en este momento, dijo el autor.
No obstante, acota el investigador, hay nuevas generaciones de mafiosos, hay jóvenes que están encargados de desarrollar los negocios heredados, de Zambada y su familia colega, el clan de los Esparragoza, al frente de la organización de Sinaloa (noroeste).
Desde 2008 a la fecha, la batalla contra el narcotráfico ha costado más de 100.000 vidas y más de 23.000 desaparecidos, de acuerdo con registros oficiales.