Según los datos de la organización, cerca de 37.000 bienes inmuebles en la capital del Reino Unido pertenecen a compañías en paraísos fiscales, particularmente de las Islas Vírgenes Británicas, la isla de Jersey, la Isla de Man, la isla de Guernsey.
El valor medio de estos objetos es de 2,3 millones de dólares, pero los más caros de ellos cuestan casi 14 millones de dólares.
La organización recomienda a las autoridades británicas hacer obligatorio y revelar los nombres de los compradores de los bienes inmuebles así como limitar sus compras al contado.