El ministro conservador se refirió a las sanciones económicas, financieras y del sector energético, las llamadas de fase 3, que la UE publicó en el boletín oficial el pasado agosto.
Este paquete sancionador expira el 31 de julio, pero el actual Gobierno británico quiere renovarlo independientemente al desarrollo de la situación en Ucrania.
"Aunque se cumplan todos los objetivos, creemos que las sanciones de la fase 3 deberían extenderse ahora hasta el final de año para contar con una herramienta que asegure el cumplimiento de los acuerdos de Minks", defendió hoy el titular de Exteriores en los Comunes.
Hammond explicó a los diputados que el presidente Vladímir Putin "está diciendo a los oligarcas de Moscú que las sanciones se retirarán a finales de julio". "Necesitamos demostrarle que no va a ser así", espetó.
El actual régimen sancionador no es suficiente para el titular de Exteriores, quien sugirió en los Comunes que el Kremlin no ha demostrado "ninguna intención" de cumplir con los últimos acuerdos alcanzados en la capital bielorrusa.
Hammond aseguró que además de las sanciones económicas "necesitamos tener un conjunto creíble de opciones que se puedan implementar inmediatamente si se incumplen las metas en la implementación del acuerdo de Minsk o se produce otro grave estallido del conflicto en la región".
"Siempre podremos suspenderlas total o parcialmente si se alcanzan los objetivos, pero es preciso tener esa herramienta en la posición adecuada a lo largo de todo el proceso", reiteró el jefe de la diplomacia de Reino Unido.
El actual gobierno de coalición británico se aproxima al final de su mandato de cinco años. Hay elecciones generales el próximo 7 de mayo y los resultados se mantienen inciertos, con ningún partido asegurada la victoria, de acuerdo con los sondeos de opinión.