El incidente, en el que soldados de la unidad Oketz del Tsahal aterrorizaron al adolescente con dos perros, tuvo lugar a 10 kilómetros al norte de la ciudad palestina de Hebrón (Cisjordania) el pasado mes de diciembre, pero no trascendió.
En la grabación se oye a un soldado no identificado que le dice al niño: “¿Eres un gallina, eh? ¿Quién es un gallina? Perfecto. Muy bueno”. Otra voz le dice a un perro que vaya "a por él".
Después de que el exdiputado israelí Michael Ben Ari conociera la existencia del vídeo, escribió en su cuenta de Twitter: "Los soldados han dado una lección al pequeño terrorista!"
Ben Ari pidió a sus seguidores que difundieran el vídeo para que "cada pequeño terrorista que planee hacer daño a nuestros soldados aprenda cuál es el precio".
El vídeo documenta la detención de Hamzeh Abu Hashem, un palestino de 16 años, durante los enfrentamientos que se produjeron cerca de Beit Umar y del asentamiento judío de Karmei Zur, en Cisjordania.
La familia dice que el chico fue atendido en el hospital después del incidente por mordeduras de perro. Según la ONG israelí de derechos humanos B'tselem, los soldados llevaban cámaras GoPro en sus cascos y por eso el incidente quedó registrado.
El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, ha dicho al Canal 1 que exigiría al Ejército una respuesta sobre esta cuestión.
Un oficial israelí de alto rango en los territorios palestinos ha explicado que los soldados estaban llevando a cabo una emboscada contra palestinos que habían arrojado cócteles Molotov, según el diario “Haaretz”.
El oficial ha asegurado que utilizar perros estaba justificado, y que era un "paso medido con un bajo riesgo de causar un daño irreparable comparado con un tiro”.
No obstante, ha señalado que el comportamiento de la unidad a partir de ese momento fue inaceptable. El oficial ha dicho que la voz que se oye en la grabación es de un soldado y que el ejército tomará medidas.
El padre de Abu Hashem ha indicado que su hijo fue detenido el 23 de diciembre cerca de Beit Umar por arrojar piedras. Fue condenado a seis meses de prisión y a una multa de 4.000 shekels (1.000 dólares). Antes de ser trasladado a la cárcel de Ofer, fue ingresado en el hospital Hadassah de Jerusalén por mordeduras de perro.
