Según comunicó, la medida fue impuesta para contrarrestar al nazismo, el extremismo y las acciones que injurian la memoria de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
En 2011 un ciudadano ruso, Segruéi Alejin, solicitó al tribunal de Krasnodar que calificase de extremista el libro Zhuan Falun de Li Hongzhi, donde el autor explica los principios de la disciplina espiritual de Falun Gong (Práctica de la Rueda de la Ley). El emblema de Falun Gong representa el Wan, usado por numerosas culturas antiguas como símbolo de buena suerte, que se conoce en Occidente como esvástica.

Por su parte, la Corte Constitucional recordó que los materiales calificados de extremistas son aquellos "que despiertan la discordia racial, nacional, social y religiosa o propagan exclusivismo y predominancia de una persona por razón racial, nacional, social o religiosa".
En referencia al caso de Alejin, la Corte declaró que "la ley anti extremista no debe afectar a la libertad de conciencia, de religión y de palabra (…) solo con la base de que (la actividad o la información correspondiente) está fuera de las opiniones tradicionales o contradicen las preferencias, morales o religiosas".
Por lo tanto, el Corte Constitucional reconoció que el símbolo de Falun Gong "no puede ser considerado como la violación de los derechos constitucionales del denunciante".