Comentó de esta manera la solicitud de Atenas que pidió con anterioridad que el Gobierno ruso autorizara las importaciones de ciertos productos agrícolas desde el país heleno —se trata en particular de naranjas, fresa y melocotones— embargados por Moscú como parte del veto agroalimentario impuesto en agosto a la Unión Europea y varios países occidentales en respuesta a las sanciones.
"Rusia, como miembro de la Organización Mundial del Comercio, no puede actuar de manera selectiva: imponer sanciones contra los países de la Unión Europea y después levantarlas a uno de ellos", advirtió Peskov.
Admitió sin embargo que en este caso, en vez de los suministros directos, podría tratarse de las importaciones de la materia prima agrícola "si invierten en la construcción de plantas procesadoras de alimentos aquí en Rusia".
Recordó además que el presidente ruso Vladímir Putin, al visitar Budapest en febrero pasado, no descartó cooperación con Hungría en el sector agropecuario pese a las sanciones.