Fuentes de Alpek citadas por el periódico señalan que la continuación del proyecto, en el que los mexicanos tenían una participación del 49%, no responde a los intereses de los accionistas.
El pasado año, Bashneft pasó del grupo AFK Sistema a las manos del Estado ruso, cambio accionarial que Alpek aprovechó para retirarse de la empresa conjunta.
Otra fuente consultada por Kommersant señala que el mercado del polietilentereftalato en Rusia se ha estancado y la devaluación del rublo encarece las materias primas del ácido tereftálico, que en parte se importan, de modo que el proyecto difícilmente habría sido rentable.