Este es el segundo día de una huelga de 48 horas que ha paralizado el sistema educativo español.
La protesta, convocada por el Sindicato de Estudiantes, terminó con incidentes en Madrid, de los que la organización se desmarcó, y con cargas policiales.
En Barcelona los universitarios cortaron la Avenida Diagonal, la más importante de la ciudad, según informó la Guardia Urbana. En Vitoria también hubo enfrentamientos con la policía.
La secretaria general del sindicato, Ana García, calificó de éxito la movilización, que tuvo un seguimiento del 90%. “Hemos vuelto a vaciar las aulas una vez más”, señaló durante la multitudinaria protesta.
Los alumnos exigen al Gobierno que derogue el decreto de ordenación de los estudios universitarios aprobado el pasado 30 de enero, que permitirá a las universidades españolas crear grados de tres años en lugar de los cuatro actuales, y aumentar los cursos de máster de uno a dos años.
Este sería el segundo recorte en materia universitaria de la última década. El anterior vino acompañado del Plan Bolonia, que reducía de cinco a cuatro años gran parte de carreras universitarias.
Según sus detractores, este cambio puede ser muy costoso para las familias porque cada año de máster cuesta, como mínimo, entre tres y cuatro veces más que un año de carrera.
"Hemos paralizado la educación en todo el Estado. No tenemos intención de parar, seguiremos luchando hasta que lo consigamos. Si el ministro de Educación, José Ignacio Wert, no dice que se retira el decreto de la reforma universitaria, nosotros volveremos a salir a la calle para movilizar a todos los jóvenes", añadió García.
El Gobierno defiende que esta reforma supondrá un ahorro para las familias porque las carreras pasarán de cuatro a tres años. El ministro también alega que con esta reforma se homologan los estudios españoles a la mayoría de países europeos.
Ante esta situación, el sindicato también está recogiendo firmas para presentar ante el Congreso de los Diputados.
Por el momento ya llevan más de 120.000 para reclamar al Ministerio que "retire inmediatamente" la norma, bajo la acusación de que el nuevo sistema "impondrá dos años de máster" a los estudiantes universitarios "a un precio desorbitado".