"Si la comunidad internacional a instancias de Poroshenko, envía a los pacificadores a Ucrania, sería lógico que reconozca el hecho de las matanzas masivas de civiles en el sureste ucraniano", dijo Kovitidi.
Según Kovitidi, por no prestar atención a los delitos de Kiev, la comunidad mundial creará "un antecedente para la repetición impune de hechos semejantes en el futuro".
En septiembre pasado, milicianos de Donbás descubrieron varias fosas comunes en las afueras de Donetsk.
Los independentistas responsabilizan de la masacre a la Guardia Nacional de Ucrania, cuyos combatientes controlaban la zona entre abril y finales de septiembre, Kiev ha rechazado las acusaciones.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, afirmó anteriormente que "ningún efectivo de la Guardia Nacional ha estado en ese lugar", pero sí reconoció que se encontraban en la zona otras unidades del Ejército.