"Con gran honestidad, nuestro homenajeado ha escrito, y cito textualmente: La Revolución (Sandinista de 1979) no trajo la justicia anhelada para todos los oprimidos, ni pudo crear riqueza y desarrollo, pero dejó como mejor fruto la democracia", dijo Peña en su discurso.
"La democracia no sólo nos permite participar en elecciones libres y escoger a nuestros representantes; además, refuerza el ejercicio de otros derechos fundamentales, como la libertad de prensa o la libertad de expresión", dijo Peña.
"En democracia confluyen todas las voces, todas las ideas y todos los puntos de vista", enfatizó el mandatario mexicano, quien añadió que el anhelo de los mexicanos es "justicia social; para crear las oportunidades que demandan los que menos tienen".
El presidente que ha sido objeto de críticas recientes por sospechas de favoritismo en la compra de sus propiedades a contratistas del gobierno, dijo que "la democracia fortalece la transparencia y la rendición de cuentas y, sobre todo, hace y obliga a que las autoridades respondan a las necesidades de las grandes mayorías, no a los intereses de unos cuantos".
Ramírez "le ha dado voz a los que no la tenían; nos ha contado lo que vivieron las mujeres y hombres de la Revolución Sandinista, para que no se pierda el recuerdo de aquella lucha social", dijo el mandatario mexicano.
Peña recordó que al "sumarse a las filas de la Revolución Sandinista y luchar por sus ideales, fueron tiempos de grave riesgo para usted, tan es así que México ofreció su Embajada en Nicaragua para darle refugio y protección al Grupo de los Doce, en el que usted destacaba".
"No podía aspirar a mejor conjunción de los astros: un premio que lleva el nombre de Carlos Fuentes, para el cual propuso mi candidatura la Fundación Internacional de Periodismo Gabriel García Márquez, como el primer ganador en la primera convocatoria, hace dos años fue Mario Vargas Llosa, y se me otorgaba en el centenario del nacimiento de Julio Cortázar", dijo Ramírez en la recepción.
"Vista en su conjunto, la anormalidad de nuestra historia, es en el presente una macabra fotografía de cuerpos regados en un baldío, un titular en letras rojas sobre una masacre. Pero en la vida y en la muerte de cada uno de esos seres, cuyas vidas han sido cortadas, hay siempre una historia que contar", dijo el escritor.
"Y la novela es eso, descender al infierno de cada vida, de cada cuerpo mutilado, de cada cuerpo incinerado, porque la literatura no se ocupa de lo general como los titulares de los periódicos, sino de lo específico, que son los seres humanos vistos en singular", enfatizó el escrito.
