El 26 de agosto de 2008, Moscú reconoció la soberanía de Osetia del Sur y de su par, Abjasia, que habían proclamado su secesión de Georgia antes de la desintegración de la Unión Soviética. En respuesta, Tiflis rompió relaciones diplomáticas con Rusia y proclamó ambas repúblicas "territorios ocupados".
Anteriormente, el presidente Vladímir Putin exhortó a Tiflis a entablar contactos directos con Abjasia y Osetia del Sur, expresando así su disposición a favorecer el diálogo.
"Si se entabla el diálogo y Rusia favorece las negociaciones directas entre nosotros y los abjasios, nosotros y los osetas, estaremos dispuestos a posponer las cuestiones relacionadas con el estatus y abordar problemas concretos: humanitarios, económicos, de negocio, educación y salud", dijo Abashidze.
Subrayó que Georgia busca mantener relaciones pacíficas con Abjasia y Osetia del Sur y señaló que aspira a encontrar "nuevas formas de diálogo" con estos territorios.
El pasado 18 de febrero los titulares de Exteriores de Rusia y Osetia del Sur, Serguéi Lavrov y David Sanakoev, firmaron un acuerdo sobre la frontera estatal.