El general Bradshaw hizo balance de los riesgos que afectan a la seguridad de Occidente en un discurso en la sede de la Royal United Services Institute (RUSI), instituto enfocado en cuestión de defensa, con sede en Londres.
De acuerdo con el alto mando de los aliados, la nueva fuerza de reacción rápida destinada a estacionarse en los países limítrofes con la Federación Rusa tiene por objetivo "convencer a Rusia, o a cualquier otro adversario, de que un ataque contra un miembro de la OTAN llevará inevitablemente a un conflicto con toda la alianza".
"Mientras la amenaza de Rusia, con su riesgo inherente de que un cálculo equivocado resulte en la deriva hacia un conflicto estratégico, por mucho que lo creamos imposible hoy día, representa una obvia amenaza existencial de todo nuestro ser, tenemos por supuesto las amenazas del Estado Islámico y otras inestabilidades que amenazan la seguridad de los que queremos", dijo el general británico, según recogió esta noche el diario The Guardian.