"La asignación de la perspectiva negativa refleja la posibilidad de crisis políticas o económicas más graves, relacionadas tanto con el conflicto militar en Ucrania como con un nuevo descenso del precio del petróleo, que perjudicarían aún más las finanzas públicas y externas de Rusia", dice la nota.
De acuerdo a las previsiones de la agencia, este año Rusia caerá en una "profunda recesión" y el año que viene su economía seguirá contrayéndose.
A principios de 2015, otra agencia de calificación, Fitch, rebajó la nota de Rusia a "BBB-".
Una semana después, Moody's recortó la calificación de los bonos rusos a "Baa3" y la situó en la lista para la revisión a la baja.
De esta forma, ambas entidades otorgaron a Rusia las calificaciones más bajas dentro del grado de inversión.
A finales de enero, S&P se convirtió en la primera agencia que situó la nota soberana de Rusia dentro del grado especulativo, al recortarla de "BBB-" a "BB+".