Roman Abramovich, propietario del club, también hizo saber a través de un portavoz que se siente "asqueado" por las agresiones racistas de los hooligans ingleses, que ya han sido expulsados de Stamford Brigde, la mítica sede del Chelsea.
El Chelsea ha enviado ya una nota de disculpa a la víctima del ataque, un francés afrocaribeño al que identificaron hoy por su nombre de pila, Souleymane, y la inicial S.
El padre de familia, a quien los hinchas impidieron subir al vagón en que viajaban al partido el pasado martes, ha sido invitado a presenciar en Londres el partido de vuelta entre ambos equipos.
"No sé si le gusta el fútbol, pero le gustará saber que la gente que le hizo eso no son nuestro club", señaló Mourinho en la conferencia de prensa que habitualmente ofrece una vez a la semana.
"Lo sentimos mucho, estamos avergonzados y nos queremos disculpar ante este caballero", dijo el técnico portugués en nombre del club.
"Sentimos vergüenza, aunque quizá no deberíamos porque me niego a que me relacionen con esa gentuza", protestó Mourinho.
"Yo estoy vinculado con el Chelsea y con todas las buenas cosas que el club defiende y representa. Estoy muy orgulloso de ser el entrenador porque sé que esa gente no representa al Chelsea. En nuestro club no hay espacio para tipos como ellos", resaltó.
Los radicales insultaron a la víctima, a la que impidieron subir al tren. También le zarandearon mientras coreaban "somos racistas, somos racistas y nos gusta ser así". El incidente fue grabado por otro viajero con la cámara de su teléfono móvil y el caso está siendo investigado por la policía francesa en colaboración con agentes británicos.
Los individuos identificados hasta la fecha han sido expulsados del Chelsea, según comunicó el club esta semana.
