"El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) me informó el otro día de que solados interrogados del comando (especial) Alfa dijeron que el asesor presidencial ruso, Vladislav Surkov, dirigió la organización de los grupos de francotiradores extranjeros en Maidán", declaró Poroshenko durante la ceremonia de entrega de las condecoraciones estatales a las familias de los fallecidos.
El mandatario, citado por su servicio de prensa, indicó que "la Fiscalía y el SBU encontraron una clara pista rusa en el fusilamiento de Maidán".
Agregó que grabaciones de conversaciones telefónicas entre el expresidente Víctor Yanukóvich y representantes de los cuerpos de seguridad rusos confirman que "prepararon juntos el fusilamiento".
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Alexandr Lukashévich, señaló que los servicios especiales y la justicia de Ucrania, en vez de investigar las tragedias ocurridas en Maidán o en Odesa, producen un "desvarío digno de un psiquiátrico".
Por su parte, un experto ruso atribuyó las palabras de Poroshenko al resentimiento tras la derrota en la cumbre cuatripartita de Minsk.
"Lo de Poroshenko es una histeria larga y aguda", comentó el director del Centro ruso de Coyuntura Política, Alexéi Chesnakov.
Puesto que en la delegación rusa en Minsk Surkov tuvo una posición fuerte, Ucrania quiere de esa manera debilitar a un negociador inconveniente o lo está pagando con él", dijo Chesnakov a RIA Novosti.
A finales de 2013, la Plaza de la Independencia de Kiev acogió multitudinarias manifestaciones a favor de la integración en la UE, después de que el Gobierno suspendiera la firma del acuerdo de asociación con Bruselas.
Posteriormente el Euromaidán fue escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y activistas radicales que se saldaron con numerosas víctimas. La investigación de la tragedia en la plaza de Independencia continúa hasta hoy.