La suscripción documento con España fue imprescindible porque el país ibérico reconoce los matrimonios homosexuales y Rusia, por su parte, exige firmar convenios bilaterales en estos casos.
La diputada rusa Elena Mizúlina declaró anteriormente que Rusia, pese a ser objeto de las sanciones de la Unión Europea, no se atiene al principio de "ojo por ojo" y pone por encima de todo los intereses del niño.
"La ratificación del convenio entre la Federación Rusa y el Reino de España sobre la cooperación en materia de adopción de niños demostrará que nuestro país respeta invariablemente las normas internacionales y actúa en interés del menor, permitiendo al niño que no ha tenido familia en Rusia encontrarla en el exterior", dijo la parlamentaria, citada por el periódico Izvestia.
También subrayó que España siempre ha figurado entre los países líderes en la adopción de niños rusos.
En 2013, el país se situó en el segundo puesto por la cifra de niños rusos adoptados, solo por detrás de Italia.