"No quiero vivir en una Europa que se dirige hacia una nueva guerra fría con Rusia. Que se convierte a los europeos en enemigos de Rusia. Que rechaza la fantástica perspectiva de unir los recursos energéticos rusos con las tecnologías y la cultura europeas", dijo el mandatario húngaro.
Orbán que en varias ocasiones ha declarado su desacuerdo con las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia a raíz de la crisis en Ucrania, considera que las medidas contra Moscú seguirán en vigor "hasta que lo quiera Alemania, independientemente de si Hungría está de acuerdo o no".
Orbán se reunió el pasado 17 de febrero en Budapest con el presidente ruso, Vladímir Putin. En el marco de esa reunión el mandatario señaló que Hungría está interesada en desarrollar sus relaciones con Rusia y espera que el suministro de los hidrocarburos rusos se realice de manera estable.
El primer ministro húngaro admite que está sufriendo fuertes presiones de Bruselas por su intención de ampliar la cooperación con Moscú. Sin embargo, eso no le impide expresar abiertamente sus enfoques sobre las relaciones entre la UE y Rusia.
"Consideramos que Europa no será competitiva en el escenario mundial si excluye a Rusia de sus socios", sentenció.

