“Las acciones de Hungría podrían interpretarse como un síntoma de que en la UE existen fuerzas que intentan forjar otro rumbo, otra retórica, sin embargo, entendemos que en Europa todo lo deciden ciertos países de gran peso”, dijo Lukianov.
Orban puede permitirse actuar así en gran medida debido al apoyo del electorado, cree el experto.
“El país se considera como un 'niño con pataleta', la política personalista de Orban tiene una reputación particular, pero efectivamente hace respetar el derecho de Hungría de llevar a cabo una versión propia de la política que no se practica en el resto de la UE”, dijo el experto, señalando que Orban puede permitirse actuar así debido al gran apoyo del electorado.
El experto, sin embargo, opina que mientras Hungría siga siendo miembro de la Unión, su libertad de acción continuará estando muy limitada, incluyendo el plano energético.
“Cualquier miembro de la UE tiene un espacio muy limitado para maniobrar, por eso es imposible llevar a cabo una politica que se diferencie radicalmente del consenso paneuropeo, especialmente si se trata de un país pequeño, Orban, como buen anfritrión, le da un caluroso recibimiento a Putin, pero cuando llega la hora de votar por las sanciones contra Rusia, Hungría no vota en contra por motivos obvios: su dependencia en el resto de la UE es demasiado grande”, añadió.
Rusia y Hungría firmaron cinco documentos conjuntos entre los que se encuentran acuerdos de cooperación en el área de la educación, la salud pública y preparación de personal en el área energética nuclear.
Los documentos fueron firmados ante la presencia del presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien se encuentra en una visita en Hungría y el primer ministro húngaro, Víktor Orban.