Según el PP, esta reforma responde "a los compromisos electorales".
El artículo quedará así: "para la interrupción voluntaria del embarazo de menores de edad o personas con capacidad modificada judicialmente será preciso, además de su manifestación de voluntad, el consentimiento expreso de sus representantes legales".
Probablemente esta reforma será aprobada con los votos en solitario de los conservadores, que cuentan con mayoría absoluta, dado que la oposición mostró su rechazo a la iniciativa.
En la actualidad, las jóvenes con 16 o 17 años de edad no necesitan en España el permiso de sus padres o tutores para abortar. Sin embargo, deben acreditar que han informado al menos a uno de ellos antes de someterse a la intervención.
Precisamente en este conflicto se basa la izquierda para reprochar a los conservadores esta "contrarreforma".
La secretaria de Igualdad de los socialistas del PSOE, Carmen Montón, tachó de "vergonzosa" y de "cobarde" la reforma.
"El Gobierno del PP lleva toda la legislatura gobernando contra las mujeres y hoy lo ha vuelto a hacer dejando en la absoluta indefensión a las mujeres más vulnerables, a las más jóvenes", criticó Montón ante los medios.
"Tan vergonzosa es la reforma que ningún ministro ha querido hacerse cargo de ella y ha tenido que ser el grupo parlamentario popular quien la traiga a la Cámara", añadió Montón.
La portavoz de Izquierda Plural en el área de Igualdad en el Congreso, Ascensión de las Heras, también denunció este miércoles que con esta reforma "se evidencia que el PP legisla y gobierna para los sectores más ultraconservadores" y además, "lo hace de manera cobarde", según la portavoz, "evitando los órganos consultivos del Estado.