"A día de hoy no vemos motivos para renunciar al cumplimiento de los compromisos derivados de ese acuerdo", dijo el diplomático en una entrevista con RIA Novosti.
Según Berdénnikov, en 12 meses ambos países llevaron a cabo 18 inspecciones cada uno e intercambiaron información telemétrica sobre respectivos lanzamientos balísticos; Rusia organizó además una visita a sus arsenales estratégicos.
También se celebraron dos reuniones de la comisión consultiva bilateral en las que se analizaron aspectos prácticos del cumplimiento del Tratado.
"En términos generales, el Tratado START se sigue cumpliendo dentro de la normalidad", resumió el emisario de la Cancillería rusa.
El jefe del Estado Mayor ruso, el general Valeri Guerásimov, dijo previamente que Moscú siente preocupación por las actuaciones de EEUU para crear el escudo antimisiles global.
Según Guerásimov, estas actuaciones alteran el equilibrio estratégico y la estabilidad en el mundo y socavan las bases del Tratado START III.
"No podemos permanecer indiferentes ante semejantes acciones de Occidente y nos vemos obligados a tomar medidas de respuesta", advirtió el general ruso.
EEUU y Rusia firmaron el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III) en 2010 en sustitución de dos acuerdos anteriores, el START I de 1991 y el Tratado de Reducciones de Armas Ofensivas Estratégicas de 2002.
El nuevo documento, que entró en vigor en febrero de 2011, obliga a ambos países a reducir sus arsenales hasta las 1.550 ojivas nucleares y 800 vehículos correspondientes, desplegados y en reserva.
En virtud del START III, que tiene una vigencia de 10 años, las partes intercambian cada seis meses datos sobre sus armas estratégicas.