"El hecho de que se celebre semejante exposición es un golpe a los intereses de Rusia", dijo Mijeev a RIA Novosti.
El diputado opina que restar importancia a la tragedia del Holocausto equivale a menospreciar el papel de los soldados rusos en la lucha contra el fascismo.
Mijeev pidió al fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, investigar la exposición bajo el prisma del código penal ruso.
La exposición "humorística", organizada en Tartu del 7 de febrero al 29 de marzo, provocó la indignación de la comunidad judía.
A causa de las críticas, el museo dejó de mostrar dos vídeos escandalosos sobre el Holocausto.