Balakhnichev, de 65 años, y en el cargo desde 1991, dio a conocer su decisión en una reunión del comité ejecutivo de la federación.
"He decidido renunciar. No he sido capaz de hacer frente a la escalada de casos por dopaje en Rusia. Y, entiendo que en mi posición de presidente de la Federación, soy personalmente responsable del problema", explicó.
Dejo a mis sucesores una Federación en buen estado, dijo Balakhnichev, "en este momento solo tenemos un problema serio, el dopaje".
Vadim Zelichenok le sustituye en el cargo de forma interina hasta que se celebre el próximo congreso, en el que se votará al nuevo presidente.
El pasado diciembre el canal estatal de televisión alemana ARD publicó un documental en el que denunciaba dopaje sistemático en la Federación rusa de Atletismo.
La Rusada, Comité ruso Antidopaje, anunció en enero la suspensión de cinco marchadores, tres de ellos campeones olímpicos (Valery Borchin, Serguéi Kirdyapkin y Olga Kaniskin), por niveles anormales en su pasaporte biológico.
A raíz de la noticia, el ministro de Deportes, Vitali Mutkó, reclamó cambios estructurales en la Federación de Atletismo, y días después dimitió el entrenador jefe, Valentín Maslakov.