El Departamento de Estado de EEUU especificó que en adelante se autorizan tales importaciones, a excepción de renglones como armamento y municiones, animales vivos, tabaco, alcohol, vehículos, productos de minería y química, maquinaria, así como algunos textiles y metales.
La medida supone otro paso en el reacercamiento mutuo entre Washington y La Habana tras medio siglo de enemistad.
La víspera, un grupo de senadores presentó ante el Congreso un proyecto de ley que pondría fin al embargo comercial sobre Cuba, y abriría las puertas a las exportaciones estadounidenses a la isla.