"El papel de España fue muy importante en esta misión", según el portavoz de la ESA en España, Javier Ventura y Diego Rodríguez, director de espacio en SENER, una de las empresas que colaboraron en este proyecto.
En el proyecto, además de España, participó Italia, Francia, Suiza, Bélgica, Irlanda y Portugal y costó 150 millones de euros.
A pesar de que el contratista principal fue la italiana Thales Alenia Space, tres empresas españolas, SENER, GMV y Elecnor Deimos, tuvieron una gran relevancia en esta misión.
"España es realmente una potencia, estas tres empresas que colaboraron en la misión son muy importantes, además, la administración española apoyó fuertemente este proyecto GNC de Guiado, Navegación y Control", afirmó Rodríguez.
El experto destacó la "colaboración intensa" a nivel europeo pero, sin embargo, destaco "la escasa relación con otras potencias como Rusia, China o Estados Unidos, donde hay más competición que colaboración porque se consideran tecnologías estratégicas en control de naves".
Esta misión tenía por objetivo demostrar, en un vehículo hipersónico con cuerpo sustentador sin alas, tecnologías de re-entrada desde baja órbita que son imprescindibles para futuras misiones.
Esta tecnología de re-entrada es muy importante para la ESA porque no se dominan en Europa.
La misión duró 100 minutos desde el momento del lanzamiento en la plataforma espacial en Kourou, en la Guayana Francesa, hasta su amerizaje suave en el Océano Pacífico, donde fue recogido por un barco para analizar sus datos.
Sputnik Nóvosti ha seguido la misión en el Centro Europeo de Astronomía Espacial, en Villanueva de la Cañada (ESAC), cerca de Madrid, donde se ha retransmitido en directo toda la operación y se ha celebrado el éxito los buenos resultados.