“Necesitamos recoger en la cosecha venidera 100 millones de toneladas de granos, la superficie de los cultivos se incrementará en 3,5 millones de hectáreas”, expresó durante la Conferencia de Agronomía Rusa.
Fiódorov recordó que Rusia cerró el 2014 con una cosecha de 105,3 millones de toneladas de grano, incluyendo el maíz.
“Durante el venidero año agrario precisamos realizar una siembra de primavera de al menos 52 millones de hectáreas, incluyendo las culturas de granos primaverales, que será 31 millones de hectáreas”, declaró.
Esto significa, comentó, un incremento del 2% respecto al año pasado.
El ministro de Agricultura señaló que considerando el alto porcentaje de sembrados de invierno en mal estado, durante la primavera las siembras podrían ampliarse a “más de 3-3,5 millones de hectáreas”.
Con anterioridad el Ministerio valoraba el volumen de culturas invernales en riesgo de malograrse al nivel de 3,5 millones de hectáreas, lo cual representa un 21% de dichos sembrados.