"Tenemos un problema especial en Ucrania, según sabemos, en Mariúpol y en otras parte de Ucrania del este hay unas 100.000 personas de origen griego y vamos a intentar hacer todo lo posible para ayudarlas", dijo el canciller.
El este de Ucrania vive en las últimas semanas una escalada del conflicto armado que, según la ONU, ha causado cerca de 5.500 muertos y casi 13.000 heridos desde abril pasado, cuando Kiev lanzó una operación militar contra los independentistas de Donbás.
Las partes en conflicto intentaron en más de una ocasión conseguir una solución con la mediación de Rusia y la OSCE.
La intensidad de los ataques disminuyó por un tiempo durante el otoño pasado, pero después de las fiestas de Año Nuevo la situación volvió a agravarse.
El 30 de enero se celebraron una ronda de negociaciones en Minsk pero sus participantes no lograron firmar ningún documento.
En un intento de pacificar la situación en Donbás, desde el lunes pasado se están celebrando consultas entre los representantes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia.